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No pidamos peras al olmo: La crisis del rezago educativo

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Cientos de profesores de educación básica están sumamente preocupados por lo que la 4T está proponiendo en educación con los nuevos planes de estudio, debido al gris panorama que ellas y ellos enfrentan todos los días en las aulas debido al fuerte rezago que dejó la pandemia, pues muchos de las y los estudiantes, no recibieron la debida formación, porque no tuvieron herramientas para conectarse, los cuadernillos que propuso la SEP no resolvieron las necesidades de formación, las y los docentes no pudieron atender debidamente a sus estudiantes, además de que se calcula que más de 628 mil niñas, niños y adolescentes de entre 6 y 17 años se vieron obligados a abandonar la escuela, por problemas de comunicación con sus docentes, por necesidades económicas en la familia o por un nula conectividad en sus hogares.

Así que entre lo que no se logró aprender, así como las y los estudiantes que se vieron obligados a abandonar los estudios, al menos en un lapso de tiempo, lo que ahora enfrentas las y los profesores en las aulas son grupos con desniveles en el logro educativo sin precedentes.

Las y los docentes, normalmente habían enfrentado grupos que representaban una perfecta campana de Gauss, es decir una minoría muy avanzada, una minoría muy atrasada y una gran mayoría intermedia que permitía a las y los profesores apoyarse de los avanzados y dar un poco de más a atención a los atrasados, siguiendo el ritmo de los intermedios. Así que en la regularidad, la mayoría de las y los estudiantes alcanzaba los objetivos de aprendizaje en un 70% permitiéndoles continuar con su formación escolar.

Sin embargo, lo que ahora enfrentan las y los docentes son pocas alumnas y alumnos que han alcanzado 60 o 65% de los objetivos de su nivel escolar, un 30% que está entre el 40 y 50% de logro en el aprendizaje, la mayoría de estudiantes que apenas ha alcanzado el 10 o 20% de los objetivos de aprendizaje y hay un porcentaje, ciertamente menor que no ha avanzado nada en sus logros en el aprendizaje.

Diversificando el nivel de logro de las y los estudiantes a tal grado que hay estudiantes en cuarto, quinto y sexto de primaria que no ha logrado la lecto escritura básica para alcanzar cualquier aprendizaje. En esta condición, ¿cómo podrán estos y estas estudiantes participar en procesos colaborativos de aprendizaje en donde tengan que resolver problemas sociales que se enfrentan en su comunidad, tal como se ha planteado en los nuevos planes de estudio?

Las y los profesores se preguntan si antes tienen que poner un piso parejo, que a lo mejor les llevará de uno a dos años, dependiendo del nivel del grupo y para entonces estos y estas estudiantes ya habrán avanzado al siguiente nivel educativo o estarán concluyendo en el que están, por la regla de la no reprobación, creando más rezago educativo. Lo que estamos generando es una espiral cada vez más profunda en la que no se alcanzan las metas educativas, egresando grupos de jóvenes que difícilmente se estarán formando para una vida académica superior o para el trabajo.

Con esta terrible situación, las y los docentes están pensando en detenerse un poco para que aunque no se alcancen las metas planteadas, se de la posibilidad de que se avance en esas metas, logrando aprendizajes básicos en sus estudiantes, que les den posibilidades de alcanzar metas más elaboradas en los siguientes grados escolares.

Apoyo esta idea de las y los docentes, pues debemos hacer un alto en la educación básica para los alumnos y alumnas que vivieron los primeros grados escolares durante la pandemia y proporcionarles herramientas que les ayuden a cubrir los huecos en sus habilidades de lecto escritura y de pensamiento lógico matemático, al mismo tiempo, analizar esos problemas de las comunidades, en el nivel adecuado para cada grupo de estudiantes, aunque no se llegue a propuestas de solución.

Es decir, que se aproveche el nivel de logro de las habilidades lecto escritoras y de pensamiento lógico matemático que ya hayan logrado las y los estudiantes, para dicho análisis.

Hagamos caso de ese viejo dicho que dice no se le pueden pedir peras al olmo. Sugiero que nos detengamos, evaluemos el nivel de logro de nuestras niñas, niños y adolescentes, y que cada docente proponga para cada grupo una estrategia de atención específica para cubrir huecos, y se busque cubrir esos huecos, al menos por dos años, con estos grupos que iniciaron la primaria o la secundaria durante los años de la pandemia. Con el resto de los estudiantes, se puede ir probando la propuesta de la 4T.

Si se logra esto, al cabo de los dos años las niñas, niños y adolescentes que ahora están entre cuarto y sexto grado de primaria, cursando la secundaria o iniciando el bachillerato, estará, preparadas y preparados para continuar su formación académica.  

Publicado originalmente en Ángulo 7.
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Material gráfico
Misael Chirino Durán
Fotografía
Ramón Tecólt González

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